Por Brian Trusdell
CONCACAF.com
Una medalla de oro olímpica significa en igual medida si no más, lo mismo que un trofeo de la Copa Mundial - por lo menos para el equipo femenino de EE.UU. Londres ofrece un premio que tiene más alcance que los Juegos Olímpicos.
"Hay un poco más detrás de los Juegos Olímpicos, sabiendo que se trata de un sueño americano. Hay más adrenalina," dijo la defensora de EE.UU. Christie Rampone. "Esta nueva generación entiende la Copa Mundial, pero el aficionado ve a las Olimpiadas como un torneo más grande".
Camino a iniciar el jueves la Clasificatoria Olímpica Femenina de CONCACAF en Vancouver, Estados Unidos tiene una oportunidad para hacer olvidar a los aficionados el desencanto de la Copa Mundial Femenina del año pasado, donde la pérdida por un tiro penal frente a Japón negó a las estadounidenses su primer título desde 1999.
El evento de CONCACAF es también un lugar donde Canadá puede continuar su reconstrucción, viniendo de una salida en la primera ronda de una Copa Mundial y un cambio de entrenador; donde México puede demostrar que el malestar que le causó a Estados Unidos en las eliminatorias mundialistas en noviembre de 2010 no fue un simple golpe de suerte en casa; y Costa Rica puede sumarse a las filas superiores de la confederación al clasificarse para su primer campeonato mundial femenino con un equipo de mujeres de alta calidad.
Con sólo dos plazas disponibles asignadas a CONCACAF, en un campo Olímpico más pequeño de sólo 12 equipos, llegar a las semifinales se ha convertido en un imperativo, sin una segunda oportunidad para un perdedor en esta ronda de octavos de final. Estados Unidos fue capaz de superar su derrota ante México en 2010 con una victoria en los repechajes con Italia para clasificarse e ir a Alemania. Esta vez, nadie va a conseguir probar otra vez más.
"El simple hecho de que si las reglas hubieran sido las mismas para la Copa Mundial como lo fueron para los Juegos Olímpicos, EE.UU. no hubiera ido a la Copa del Mundo," dijo Christine Sinclair, la delantera de Canadá. "El fútbol es un juego divertido. Los mejores equipos, en el papel, las clasificaciones, lo que sea, el mejor equipo no siempre gana. Es una cosa que causa miedo."
Teniendo en cuenta que Estados Unidos está en el No. 1 de la lista del Ranking Mundial de la FIFA, y Canadá es el séptimo, los vecinos de América del Norte son considerados por casi todo el mundo como el gran favorito. México, en el puesto 21, es el único otro equipo de CONCACAF, además de Canadá y México, que pueden clasificarse para la Copa Mundial o para los Juegos Olímpicos.
Costa Rica es el siguiente equipo mejor clasificado de CONCACAF, y ocupa el puesto número 41, y el otro cuadro más próximo en el torneo de esta semana es Haití, que ocupa el lugar 62 en el Ranking.
Para todos los equipos, excepto uno, el objetivo inmediato es evitar a Estados Unidos en las semifinales.
"El único peligro al que nadie quiere enfrentarse es a EE.UU. en las semifinales," dijo el entrenador John Herdman Canadá. "Si eso sucede, las cosas cambian radicalmente. Vamos a mantener nuestros dedos cruzados para que así sea."
Las estadounidenses se dirigirán a Vancouver con un equipo que es casi exactamente el mismo que llevó a Alemania para la Copa Mundial del año pasado, sin dos jugadoras para dar cabida a la lista más pequeña de 20 jugadoras. La delantera del UCLA Sydney Leroux fue añadida en lugar de la portera de reserva Loyden Jill y la defensora Stephanie Cox.
Satisfecha con la forma en que su equipo jugó, y el resultado final en Alemania, la entrenadora Pia Sundhage no parece dispuesta a cambiar su fórmula ganadora en aras de hacer una prueba de talento potencial.
"Vamos a una clasificación olímpica, no a probar jugadoras," dijo. "Vamos a ir con las jugadoras más fuertes. Cualquiera que tenga una actuación esta misma semana, va a llenar la lista para la clasificatoria olímpica. No me atrevería a limitarme a probar jugadoras diferentes."
Además de la gloria olímpica, y las apabullantes expectativas de su inevitable clasificación, las jugadoras de EE.UU. tienen la carga adicional de tratar de inyectar un impulso al fútbol profesional de las mujeres, la liga femenina estadounidense de tres años de edad, que se ha reducido a cinco equipos.
"Definitivamente hay más estrés, hay que mantener la liga viva," dijo Rampone, quien jugó la temporada 2011 con magicjack antes que la franquicia fuera dada por terminada por la WPS. "Nuestro éxito o fracaso ayuda o perjudica a la liga. Ganar no sólo significa mantener con vida a la liga, también significa que tendremos apoyo."
Para las canadienses, la final de la clasificatoria les ofrece una oportunidad para ponerse en condiciones de dar vuelta a la página y enterrar el último puesto que tuvieron en la Copa Mundial Femenina como una anomalía. Después de la salida su ex entrenadora Carolina Morace y su sustitución con Herdman, Canadá dio muestras de su recuperación en octubre, cuando ganó su primera medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México.
"El año pasado fue visto como el más plagado de altas y bajas nunca vistas en un mismo año," dijo Sinclair. "Terminar últimos en el Mundial fue una gran decepción. Los Juegos Panamericanos después fue un rebote para nosotros: un nuevo entrenador, un nuevo sistema. Sin olvidarse de la Copa Mundial, el equipo ha cambiado y sigue. "
Las tres derrotas y el ser superadas 7-1 en la Copa Mundial después de ganar el campeonato de CONCACAF, fue una desinflada muy fuerte para los canadienses.
"Cuando escuchamos a las jugadoras, nos dimos cuenta de que habían perdido en algo la pasión, esa pasión que conduce a la disciplina, que te empuja a alcanzar los niveles de aptitud necesarios," dijo Herdman, anterior director técnico de la selección femenina de Nueva Zelanda. "Pero se volvieron a conectar con su país. Dejaron fuera un poco de piel de la Copa Mundial (en los Juegos Panamericanos)."
Algo por el contrario sucedió con México, que alcanzó su cenit con la victoria sobre EE.UU. en Cancún y luego fue a su primera Copa Mundial. Sin embargo, tres meses después, tuvieron que conformarse con la medalla de bronce en su tierra natal en los Juegos Panamericanos.
"Todavía nos encontramos en una cultura donde se tiene que ganar algo para seguir recibiendo apoyo. Así que para nosotros ir a la Copa Mundial en Alemania fue un gran logro," dijo el entrenador de México Leonardo Cuéllar, a cargo del programa de la mujer en su país desde 1998. "Todo va en la dirección correcta. Pero tenemos que confirmar con resultados. Clasificarnos para para los Juegos Olímpicos de Londres sería un gran impulso para el fútbol femenino en México.
Un juego que será seguido muy de cerca es la revancha entre México y Estados Unidos el 24 de enero, el último partido de la primera ronda.
"EE.UU. es un oponente formidable", dijo la mediocampista mexicana Teresa Noyola, ganadora del trofeo MAC Hermann como la mejor jugadora universitaria de EE.UU. después de su último año en Stanford. "Uno no desea enfrentarse a ellas en las semifinales. Definitivamente es bueno tenerlas en el grupo."
"Definitivamente creo que es el menor de los dos males."
Para las costarricenses, una plaza por primera vez en un campeonato mundial marcaría un paso importante para el programa femenino adulto. Las muchachas clasificadas para el Mundial Sub-17 de 2008, y las que estuvieron en el Mundial Sub-20 hicieron coincidir ese logro en el 2010.
La entrenadora Karla Alemán tendrá a cuatro jugadoras disponibles que juegan fuera de Costa Rica, tales como la defensora estadounidense Daniela Cruz (Universidad de West Florida) y Karol Sánchez (Virginia Commonwealth) y la mediocampista Cristina Granados (Virginia Commonwealth). Sin embargo, tendrá que superar la pérdida de su guardavalla titular Dinnia Díaz, que todavía no se encuentra en forma después de ser sometida a una operación en la rodilla.
Entre los otros aspirantes, ni República Dominicana, ni Cuba se han clasificado antes para la final de un Campeonato Femenino de CONCACAF, mientras que Haití y Guatemala estarán haciendo su primera aparición en la final de una clasificatoria olímpica.
Independientemente de lo relativo que se percibe en cuanto a las posibilidades, los Juegos Olímpicos siempre serán un poderoso atractivo para casi todo el mundo.
"He trabajado para esto desde que tenía 14 años," dijo la delantera de EE.UU. Alex Morgan."He visto los Juegos Olímpicos de invierno y de verano cada dos años. Cada dos o cuatro años, trato de ver todo lo que pueda durante los Juegos Olímpicos."
"Siempre soñé con jugar en los Juegos Olímpicos, pero nunca pensé que mis sueños podrían hacerse realidad hasta hace unos 2 o 3 años. Para mí, es tan grande como la Copa Mundial. Es muy diferente a la Copa Mundial, porque uno está rodeada de miles de atletas que han trabajado toda su vida para llegar allí."
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